¿Porqué hacemos lo que hacemos?
- Carmary Torrales
- Sep 20, 2024
- 4 min read

¿Haz estado caminando de un lugar a otro en tu casa y de repente no recuerdas que era lo que ibas a hacer? Permíteme confesarme y decirte que a mi sí me ha pasado. Tengo mis temporadas. Tan reciente como en estos días eché al fregadero el pote de azúcar lleno y le eché agua por encima, 2 segundos después caigo en cuenta de que no estaba pensando necesariamente en lo que hacia, mas si sabia que debía hacerlo (claro que me reí sola).
Meditando en eso, en conversaciones con mi esposo y en este tiempo de promover el acercarnos como familia a leer, meditar y crear en base a lo que aprendemos de La Biblia, me surgió la pregunta: ¿Porqué hacemos lo que hacemos?
Esa pregunta puede aplicar a muchos aspectos de nuestra vida, más quiero pensarlo desde el aspecto de todo lo que hacemos como madres/padres. Amamos, cuidamos, guiamos, enseñamos, proveemos, anticipamos, nos comprometemos, sacrificamos y hacemos mucho más de lo que ellos pueden darse cuente y eso está bien. Pues es nuestro rol y responsabilidad. Mas en todo eso que hacemos porque sabemos que es nuestra responsabilidad y es lo correcto, podemos estar actuando de formas correctas y por lo complicada y acelerada que es esta vida estar perdiendo de perspectiva cosas importantes. Tal como me pasó a mi queriendo recoger y organizar puse el pote de azucar para fregarlo sin necesidad y por poco daño lo que contenia. Yo tenia las intenciones correctas mas mis intenciones no estaban conectadas con la realidad de lo que hacia.
Entonces pienso en cuando acercamos a nuestros niños a La Palabra de Dios, deseamos que conozcan y tengan una relación con Jesús, que experimenten el gozo de la salvación y de saberse conocidos y amados por Su creador, que el Espíritu Santo more en ellos y les llene de sabiduría, autoridad y poder. Enseñarles es parte fundamental para que ellos puedan caminar ese camino. Más mientras van creciendo nos damos cuenta que se van enfrentando mas y mas a un mundo en destrucción y que la maldad y el pecado no solo habita en las otras personas, si no que también en cada uno de nosotros como familia.
¿Entonces qué hacemos cuando nos enfrentamos como familia a la realidad de nuestros corazones quebrantados, que por mucho que conozcan todo lo bueno y correcto que Dios dejó para nosotros tendemos al desorden por naturaleza?
Reconocer la gracia de Dios. Pues todo lo bueno que podemos experimentar en nuestra vida y como familia tiene su raiz en el favor inmerecido y el amor de Dios por nosotros. Así que respiremos, somos suyos y eso nada ni nadie lo podrá cambiar.
Reconocer porqué hacemos las cosas. Por mas que deseemos en lo profundo de nuestro corazón, que todo lo que le enseñamos a nuestros hijos sea suficiente para que elijan lo correcto en cada segundo de sus vidas, esa es la base, la mas importante que podemos construir en sus vidas, mas falta camino por recorrer. Sí, esa es parte importante , crear una base sólida, reconociendo que lo hacemos porque amamos y deseamos no solo lo correcto para nuestros hijos. Si no, porque hemos experimentado nosotros el amor y la bondad de Dios y sabemos que y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:32
Luego de reconocer porqué hacemos la cosas y asumir nuestra responsabilidad en crear un fundamento sólido en Cristo Jesús, nos toca permitir que nuestros hijos construyan (con sus desiciones, acciones o incluso silencios). Esta es una de las partes mas difíciles y puede llegar a ser hasta controversial, porque pudiéramos pensar que implica permitir que se vayan a la deriva y que en buen puertorriqueño "se estrellen", o por el contrario que delineemos y controlemos hasta donde vamos a permitir que se equivoquen. Ciertamente ninguno de los dos extremos se puede considerar como saludable, ni me atreveria a plantear hazlo de esta o esta forma, pues cada etapa, contexto y realidad es distinta. Lo que sí creo es que necesitamos abundante sabiduría divina para saber como acompañar según construyen sobre el fundamento que les enseñamos.
Reconociendo que mientras crecen ese acompañarlos se va viendo diferente, mas el fundamento y verdad continuan siendo el mismo. Nuestros hijos necesitan conocer y experimentar que esas verdades que les enseñamos, nosotros también deseamos vivirlas y desde ahí podemos compadecernos de sus luchas en el proceso de contruir sus vidas cada vez mas cerca de Dios. Pues nosotros también estamos ahí y hemos luchado o estamos luchando con muchas de las cosas que les enseñamos aunque se vean diferentes. Entonces el ser vulnerables con ellos desde un contexto saludable para su etapa, les va a permitir saber que mamá y papá no solo me están enseñando a construir algo, si no que me están acompañando como quienes también están aprendiendo y viviendo bajo la gracia a Dios.
Algunos versículos para meditar:
Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor. Proverbios 31:26
Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, además de lo que han visto en mí y el Dios de paz estará con ustedes. Filipenses 4:9
Bueno y justo es el Señor; por eso les muestra a los pecadores el camino. Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino. Salmos 25:8-9
Ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, mensaje que tiene poder para edificarlos y darles herencia entre todos los santificados. Hechos 20:32
Comments